Instinto Básico, una instalación performance que surge de la necesidad de recuperar en el ser humano la conciencia de ser vivo, orgánico, conectado con el mundo que le rodea, como el resto de los animales. La propuesta de la performance es acompañar al espectador, a través de la instalación, en un viaje sensorial donde también pueda reflexionar sobre los límites y fronteras que se han ido construyendo en nuestra sociedad.
Dos azafatas, que podríamos reconocer como “civilizadas” atraparan la atención de los espectadores invitándoles, a partir de diferentes estímulos, a conectar con los cinco sentidos y a despertar la conciencia del Instinto Básico, reconociendo la artificialidad de la sociedad del consumo para dirigirse hacia un estado más salvaje y natural.